Estructura Ecológica: herramienta participativa para integrar la biodiversidad y sus beneficios en la planificación

La región de la Altillanura en la Orinoquía colombiana se proyecta como un área de expansión agropecuaria para los próximos años. En ella, se plantea el desarrollo económico y productivo basado en agroindustria y cultivos para seguridad alimentaria, que requerirá aunar esfuerzos, dirigir lineamientos y crear acuerdos entre los actores del territorio para lograr un balance entre los beneficios socio – ecológicos y socio-económicos para la región. Para ello, el proyecto Tonina implementado por GIZ abordo la elaboración de la Estructura Ecológica Principal – EEP a escala municipal (1:25.000), como insumo base para identificar los elementos que sustentan los procesos ecológicos y naturales que ayudan a alcanzar el bienestar de las poblaciones. Estos aportan a la planeación y el ordenamiento del territorio, el fortalecimiento institucional y el desarrollo de capacidades para los tomadores de decisiones.