Sesc Rio, en el contexto global de la lucha contra el hambre y el desperdicio de alimentos, creó el Proyecto Mesa en el Campo con el objetivo de contribuir al desarrollo sostenible de las regiones de agricultura familiar del Estado de Rio de Janeiro. Concretamente, se centró en la ciudad de Nova Friburgo, una de las mayores productoras de agua del estado. El motivador del proyecto fue el hecho de que Brasil todavía enfrenta un problema estructural: el desperdicio de alimentos a lo largo de la cadena productiva. Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el país está entre las diez naciones que más comida desperdician en el mundo. Cerca del 35% de toda la producción agrícola brasileña termina en la basura. Estos datos forman parte de los alimentos cosechados, y no considera datos anteriores a esta etapa de la cadena productiva.
