La unidad de metanización de residuos orgánicos y aprovechamiento energético de biogás es una tecnología 100% brasileña implementada en la ciudad de Rio de Janeiro. El sistema fue desarrollado para el tratamiento de la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos (FORSU), y de los residuos orgánicos segregados en la fuente (por ejemplo, procedentes de grandes generadores), convirtiendo este material en biogás, energía térmica y eléctrica y biosólido para uso agrícola o energético.
La planta tiene capacidad para tratar 35 toneladas diarias de residuos, en una estructura compuesta por siete túneles, en los cuales los residuos se introducen con ayuda de una pala de carga. La tecnología desarrollada es adecuada para las ciudades grandes y medianas, y el proceso de aprovechamiento de residuos para la generación de energía, representa una de las prioridades en el marco legal actual de saneamiento y gestión de residuos.