Los derechos de uso y la escasez de agua han causado conflictos en la cabecera de la subcuenca del Rio Sumpul (867 km2), compartida entre Honduras y El Salvador, lo que hace que, bajo un escenario de cambio climático, sea crucial la búsqueda de soluciones integrales que generen paz, desarrollo transfronterizo y resiliencia.
La gobernanza para la adaptación permite avanzar en esa dirección, promoviendo el trabajo multidimensional (multinivel y multisectorial), participativo, flexible y ecosistémico. Así, buscando el uso sostenible del agua como necesidad de adaptación en Sumpul, se reforzaron estructuras existentes de gobernanza, ampliando su representación, conocimientos y capacidad de gestión. A través del Comité Comunitario Binacional, se logró construir una agenda común basada en la construcción de confianza, diálogo y articulación de los actores de la cuenca alta. La agenda consideró la implementación de sistemas agroforestales y la conservación de suelos y fuentes de agua.